El pan es uno de los alimentos mas apetecidos de nuestra actual alimentación y sin embargo es uno de los que más afecta la salud. Por la clase de materia prima que se usa y los procesos a los que se somete para elaborarlo de forma industrial es un producto que ofrece ya simplemente calorías «vacías», esto es, muy poco o ningún aporte nutricional verdadero.
La mayor parte de los panes industrializados parten de harinas derivadas de granos modificados genéticamente que luego son blanqueadas y refinadas añadiéndoles saborizantes y preservantes con lo cual además de no tener nutrientes importantes terminamos ingiriendo estos aditivos perniciosos para nuestra salud.
La industria ha olvidado también tal vez lo mas importante en el pan: la fermentación previa, el proceso que ha vitalizado mediante el invaluable aporte de las bacterias la mezcla de harina integral, agua y sal para hacerlo no solo inmensamente más nutritivo sino mucho más fácil de digerir.