En el libro «el poder del alimento» he mencionado en varias oportunidades los resultados del mas grande estudio hecho hasta hoy sobre la influencia de la alimentación en la salud publicados por el Dr. Collin T. Campbell y su hijo en el libro «El estudio China». La conclusión del estudio es clara, la dieta que mejor resultado produce en la salud de los seres humanos es la dieta rural de China.
Los chinos en el campo no solo tienen los mejores indicadores de salud y longevidad sino que gozan de cuerpos esbeltos y de una piel espectacular.
Dos de los mas potentes generadores de esta salud excepcional están en su dieta basada en plantas y su alta y constante actividad física.
De los chinos, así como de los japoneses de Okinawa sobre quienes he escrito en el post http://bit.ly/1fajH3g tenemos mucho que aprender.
He estado la semana anterior en China y desde años atrás he venido siguiendo sus costumbres quiero compartir aquí algunos de los hábitos que en materia de alimentación se conservan aún en las grandes ciudades y que considero son fáciles de incorporar en nuestra vida diaria en Occidente.
1. Hojas verdes en todas sus comidas.
Desde el desayuno hasta sus snacks las hojas verdes, las algas y los vegetales de todo tipo están siempre presentes. Lo más relevante es que en toda mesa donde hay chinos comiendo siempre las encontraremos sin importar la edad de los comensales. Pequeños, adolescentes y adultos todos siempre ordenan platos que contienen o son exclusivamente hojas verdes. Todo tipo de lechugas, acelgas, coles y brotes se ven en cada mesa por donde quiera que se mire. En occidente, por el contrario, los vegetales se limitan casi siempre a un adorno en el plato. Qué decir de ver adolescentes comiendo hojas verdes o verduras.
Hoy tenemos la absoluta certeza de que las hojas verdes y las algas tiene la mayor densidad nutricional posible y son el alimento ideal para que el ser humano encuentre todos los nutrientes necesarios, así como las enzimas vitales para una buena salud.
Tal vez aquí, está la mayor lección que debemos aprender de los chinos y de los orientales en general, ya que es una costumbre extendida por toda Asia.
2. Beber agua y té verde.
Basta una mirada a las mesas de los restaurantes para comprobar que su bebida mayoritaria el te verde, te de jazmín o simplemente agua caliente. Nunca bebidas frías.
Es un hecho que la bebida ideal para el cuerpo es el agua caliente, no las bebidas frías que consumimos en occidente.
Nuestro organismo tiene que emplear una cantidad importante de su energía en elevar la temperatura de esas bebidas frías que de manera poco racional le damos.
Las bebidas frías no solamente son un desperdicio de energía y recursos para el cuerpo sino que ralentizan los procesos digestivos.
Por fortuna, a pesar de la avalancha de publicidad de las bebidas gaseosas de occidente, los chinos en su mayoría aún conservan las buenas costumbres de beber agua o te caliente sin azúcar.
3. No al azúcar.
Ni en sus bebidas (mencionadas arriba), ni en sus postres se consume prácticamente azúcar.
Los postres son basados en frijoles rojos, taro (un tubérculo) , te verde, arroz y algunas frutas, se utilizan cantidades mínimas de azúcar en algunos de ellos, pero su gusto no es en absoluto dulce si se compara con los excesivos dulzores a los que estamos acostumbrados en América.
4. Animales en poca cantidad.
Los chinos tienen fama de comer cualquier tipo de animal, lo cual puede ser verdad en algunas regiones pero la realidad es que comen de forma principal, pollo, cerdo, pescados y moluscos. La gran diferencia esta en las proporciones y en la forma de preparlos.
El contenido de animales en los platos chinos no llega al 10 % del total de las calorías consumidas. Los animales son usados sobretodo para sazonar y la cantidad total que se consume es poca. Por el contrario, en occidente hablamos de cifras que siempre superan el 30 % y en algunos casos llegan hasta el 40 % del consumo total de calorías.
Esto es una diferencia abismal, mientras que en nuestros países los animales son los protagonistas de todos los platos, para ellos son los vegetales.
5. No al trigo si al arroz
El cereal predomínate es el arroz, con lo cual los problemas derivados de la ingesta de gluten no los tienen.
Otros carbohidratos complejos que consumen son el taro (una especie de yuca), las batatas o patatas dulces y las legumbres.
6. No a los lácteos
Los chinos tradicionales nunca han bebido leche, solo recientemente se está viendo en los supermercados productos lácteos fruto de la incursión en ese mercado de las grandes multinacionales occidentales que trasladan los malos hábitos hacia un mercado de enorme potencial para sus bolsillos.
La mayoría de los asiáticos, mas del 90 % son intolerantes a la lactosa con lo cual la incorporación de lácteos en sus dietas solo les traerá problemas.
Por fortuna, aún la mayor parte de sus comidas excluyen los lácteos y solo en pocos casos se utilizan, en particular para algunos postres.
7. Comer lentamente
La hora de la comida para los chinos es aún algo respetado y valorado, el momento de sentarse a la mesa es apreciado y se suele aún comer tranquilamente disfrutando ese momento.
La comida rápida es ahora la amenaza. Una gran invasión de las famosas marcas de comida basura estadounidenses está llegando a sus urbes y con tristeza cada vez más se ven por sus calles las cadenas de estos restaurantes. No es de extrañar que este «ataque occidental» este cambiando la fisonomía de los chinos y su consecuente salud. Ya se ven cada vez mas jóvenes con sobrepeso. Yo estuve por primera vez en China hace unos 20 años y debo decir que es lamentable ver el cambio que en este aspecto esta ocurriendo. Las estadísticas disponibles también acreditan como la población empieza a deteriorar su salud por los malignos cambios de hábitos.
8. Compartir la comida
En las mesas los platos son para compartir, se comen diversas clases de alimento lo que genera un valioso aporte nutricional al obtener nutrientes de diferentes fuentes.
De nuevo, al igual que los habitantes de Okinawa son testigos vivientes de los resultados de una buena alimentación y un sano estilo de vida, los chinos rurales y aún los de las grandes ciudades de hoy, tienen mucho que ensañarnos sobre calidad de vida y salud.
Aplicar cualquiera de los temas arriba mencionados a su vida diaria le traerá beneficios. Ojala que podamos aprender de ellos y que nuestros malas costumbres no se sigan popularizando allí.
Me encantó, amaría pasar días compartiendo y asimilando sus costumbres tan acertadas, el equilibrio es la clave.
Así es, el balance en la vida es muy importante. Muchas gracias por su comentario y por seguir nuestro blog.