Durante años se ha venido estudiando el estilo de vida de los habitantes de Okinawa en Japón. Un gran número de entidades serias independientes como por ejemplo, la National Geographic se han interesado por conocer las razones por las cuales los habitantes de esta región japonesa viven mas y sobretodo mejor que los demás seres humanos que habitan el planeta.
Uno de los dilemas era saber si podría ser una cuestión genética, esto es, que por herencia tuvieran genes mas longevos. Rápidamente se concluyó que no era esta la razón por cuanto los nacidos en Okinawa que se trasladaban a otros lugares y adoptan los estilos de vida de sus nuevos países pronto terminan teniendo la misma expectativa de vida que la media de estos países. Lo anterior nos indica que su mayor longevidad está relacionada definitivamente con su estilo de vida y que de ello tenemos mucho que aprender.
Estas son algunas de las más importantes razones:
1. Trabajan desde temprana edad y no dejan de hacerlo nunca mientras puedan. Siempre tienen una actividad que los mantiene con objetivos en la vida.
2. Muchos cultivan y comen solamente sus propios vegetales.
3. Los mayores son altamente apreciados y tenidos en cuenta como verdaderos tesoros vivientes de quienes se debe aprender y pedir consejo.
4. Mantienen una vida física y social activa. Caminar, bailar, practicar artes marciales y trabajar en sus huertos y jardines son actividades que mantienen durante toda su vida.
5. Su dieta, esta basada en vegetales tanto de mar (algas) como terrestres y es rica en frutas y carbohidratos integrales (sin refinar). Sopas, productos de soya fermentados, batatas y arroz integral están entre sus alimentos básicos. Consumen cantidades mínimas de azúcar, grasas y carnes. Pequeñas cantidades de pescado fresco, nunca enlatado.
6. Toman el sol constantemente con lo cual adquieren la vitamina D3 necesaria para el funcionamiento adecuado del organismo.
7. Actitud de vida. Viven en el presente olvidando cualquier momento difícil del pasado. Disfrutan de los sencillos placeres de la vida y han aprendido a hacerse querer de los jóvenes por lo que siempre están acompañados durante su vida entera.
Pero tal vez uno de sus mayores secretos es el Hara Hachi Bu. Esta frase que han pronunciado siempre antes de sentarse a comer y significa «comer hasta estar 80% lleno». Esta costumbre maravillosa tiene, desde mi entender, dos cualidades muy especiales:
La primera es el enorme de beneficio de la restricción calórica que implica el comer solo hasta un 80 % de nuestra capacidad. Esta demostrado que entre menos calorías consumimos más larga y mejor será nuestra vida.
La segunda es que para estar atentos sobre el nivel en el cual estamos al 80 % es necesario estar «presente» en el momento de la comida. Aplicar en ello nuestros cinco sentidos y aprender a conocer las señales del cuerpo.
Muchas personas no tienen idea de cuando están llenos al 100 o al 150 %, por que estamos desconectados de nuestros cuerpos que nos envían señales que ignoramos. Las señales llegan a través del sistema nervioso y de mensajeros químicos que las transmiten, señales que vienen del tracto digestivo y que dependen de nuestra capacidad de relajación a la hora de comer y de la calidad de los nutrientes que recibimos. Es vital aprender a escuchar lo que estas señales nos dicen para comer al 80 % de nuestra capacidad.
La gente de Okinawa tiene pues un estilo de vida y una manera de alimentarse de la cual debemos aprender. No se trata de una dieta restrictiva, se trata de una alimentación de alta densidad nutricional y bajo contenido calórico.
La mayoría de las dietas fallan, un estilo adecuado de alimentación y de vida nunca falla, siempre nos traerá salud, energía y longevidad.
La parte triste de la historia de Okinawa hoy, es que como si de una maldición se tratara, su pasado de salud y longevidad se está perdiendo por la proliferación en esa zona del mundo de negocios de comida rápida occidentales.
La gente de joven de Okinawa ha adquirido la nefasta costumbre de comer pizzas, pollo frito, hamburguesas y gaseosas de las multinacionales occidentales. Okinawa tiene el triste registro de tener el mayor numero de hamburgueserías de Japón y ahora el aún más triste record de ser la ciudad japonesa con mayor índice de obesidad juvenil.
Es como si el cáncer de la comida rápida se hubiese cebado en acabar con este oasis centenario de longevidad.
No dejemos que el Hara Hachi Bu se pierda, las lecciones de la vida saludable no deben sucumbir al ataque de los perniciosos hábitos alimentarios occidentales.