También llamados sustitutos del azúcar, son sustancias que se usan en lugar de la sucrosa o azúcar de mesa.
Los edulcorantes artificiales han sido regulados por la FDA en Estados Unidos a partir del año 1958 y después en muchos otros países por sus entidades gubernamentales. La FDA regula el uso de:
1. Aspartame.Vendido bajo las marcas Nutrasweet y Equal.
2. Sacarina, vendida bajo el nombre Sweet ́N Low.
3. Sucralosa, vendida bajo la marca Splenda.
4. Acesulfame K, producido por Hoechst (compañía quíMica alemana), usado en alimentos, bebidas y productos farmacéuticos en el mundo entero.
5. Neotame, producido por Nutrasweet, es la última incorporación
a los edulcorantes aprobados por la FDA. Este se usa para endulzar gaseosas y alimentos bajos en calorías.
De acuerdo con el Instituto Nacional para el Cáncer de los Estados Unidos, no hay evidencia clara de que los edulcorantes artificiales en el mercado estén relacionados con el cáncer en humanos. No obstante, existen numerosos estudios hechos con ratas de laboratorio que vinculan el consumo del aspartame y la sacarina con el cáncer, incluyendo un estudio de siete años hecho por una entidad de investigación oncológica sin ánimo de lucro en Italia.
Según varios estudios publicados, en particular por Anne- Marie Colbin, Ph.D., experta y líder mundial en el área de la salud natural, se debe tener especial cuidado con el aspartame ya que contiene fenil-anilina (50%), ácido aspártico (40%) y metanol (10%), tres reconocidos neurotóxicos. Cada bebida dietética incluye, en casi todos los casos, estos tres tóxicos que afectan directo el cerebro.
Los edulcorantes artificiales, tanto como el azúcar, se descomponen en perniciosos ácidos en el cuerpo. Por ejemplo, al tomar aspartame, uno de sus ingredientes, el metanol o alcohol metílico, se convierte en formaldehído, un neurotóxico letal y conocido carcinógeno, listado como inductor de cáncer en el reporte del programa nacional de toxicología de los Estados Unidos, por causar cáncer de garganta, nariz y en la sangre, además de un largo listado de problemas de salud como convulsiones, náuseas, vértigo y diarrea.
Luego se convierte en ácido fórmico, otro compuesto cuyos efectos tóxicos en unión al formaldehído se asocian a daño del nervio óptico causando ceguera, daño renal y alergias de la piel.
Un gran rango de síntomas pueden ser causados por los edulcorantes artificiales, incluidos dolores de cabeza, migrañas, mareos, vértigo, depresiones, irritabilidad, palpitaciones, insomnio, problemas de visión, pérdida de cabello, pérdida auditiva, espasmos musculares, dolor en las articulaciones, sobrepeso, problemas respiratorios y pérdida del gusto, entre otros.
Los edulcorantes también pueden desencadenar o empeorar la artritis, fatiga crónica, diabetes, fibromialgia, defectos de nacimiento, retardo mental, desórdenes de tiroides, linfomas y epilepsia.
Por fortuna, la mayoría de las veces los síntomas desaparecen cuando se descontinúa el uso de estos productos de la industria química moderna.
Hay otros síntomas que por el contrario no desaparecen. Según confirma el Dr. Mark Hyman, un destacado experto en nutrición del mundo, con base en el estudio publicado en el Journal of Behavioral Neuroscience,31 los edulcorantes artificiales causan obesidad.
El doctor Hyman encontró lo siguiente:
El dramático incremento en la cantidad de comida ingerida por los animales alimentados con edulcorantes contra los alimentados con azúcar normal indica que los edulcorantes artificiales incrementan el apetito y por tanto se come más.
Los alimentados con edulcorantes ganaron bastante más peso y aumentaron su grasa corporal.
Al alimentarse con edulcorantes la temperatura del cuerpo baja sustancialmente, lo cual indica una disminución del metabolismo.
No todas las calorías son iguales. Es algo que en la ciencia nutricional es cada vez más evidente. De forma paradójica, los edulcorantes que prometen no engordar causan justo lo contrario.
El cerebro sabe con exactitud cuando el cuerpo está listo para recibir comida. Desde antes de empezar a comer sabe que va a recibir alimentos y prepara el tracto intestinal, mejora la eficiencia para absorber los nutrientes y minimiza el impacto del alimento en el sistema hormonal y en el incremento de peso.
Así se regulan el balance energético, el metabolismo, el peso, la quema de calorías y otras funciones. Cualquier sabor dulce le dice al cuerpo que vienen muchas calorías y dispara un conjunto de respuestas hormonales y metabólicas en preparación para recibir este dulce.
Esta investigación cambia el punto de vista, tan extendido, respecto a que tomar bebidas o alimentos endulzados artificialmente ayuda a rebajar peso. En realidad no son productos de dieta sino productos que engordan.
Si se analizan algunas estadísticas de Estados Unidos, por ejemplo, veremos que el número de personas que consumen endulzantes artificiales pasó de 70 millones a 160 entre los años 1987 y 2000. En el mismo periodo de tiempo la obesidad se dobló pasando de 15% a 30% y el número de personas con sobrepeso ha crecido aún más, pasando de 30% a 65%. Dos de cada tres personas tienen sobrepeso y la población en donde más crece la obesidad es en los niños.
Con los endulzantes artificiales pasa lo mismo que con la moda del “bajo en grasa”. Dado que la publicidad nos dice que no tiene calorías o que no tiene grasa, nos sentimos con libertad de beber o comer más. Es un hecho que, desde la existencia de estos productos en el mercado, se come más, se bebe más y por supuesto se engorda más.
No se deberían consumir ningún tipo de edulcorante y vale la pena leer bien las etiquetas de los productos para así evitarlos. Todas las bebidas gaseosas dietéticas y la mayoría de los productos etiquetados como “light” o de dieta están endulzados con estos productos artificiales. No sirven para adelgazar sino para engordar.
Aprender a disfrutar de nuevo de un jugo de fruta en su sabor natural, a beber una infusión o un té con su verdadero sabor, sin adicionarle cucharadas de azúcar, recuperar los sabores naturales, es sencillo y se disfruta más al descubrir sensacio- nes y sabores que el azúcar esconde, con el inmenso beneficio de recuperar o mantener la salud.
Boris: Felicitaciones y gratitud por ese regalo que has preparado para el cuidado de la salud. El libro es riguroso, claro y motivador. Que invitación tan bonita a tomar nuestros alimentos de las plantas de la naturaleza y no de los productos de las «plantas industriales». Auguro la mayor aceptación de esta propuesta en la mayoría de las personas. La entrevista radial me encantó. Dejaste en los oyentes la motivación para hacer pequeños cambios, paso a paso, sostenidos. Como dato curioso te cuento que por prevención le puse todo el volumen al radio. Gracias. Luz Amparo Salazar
Querida Amparo: Muchas gracias a ti por tus generosas palabras. Me alegra saber que alguien como tu encuentre interesante el libro y que en realidad aporte un granito de arena en la motivación al cambio que este planeta necesita tanto. Tanto Fernando como tu han tenido gran parte de la «culpa» de que este libro sea hoy una realidad. Ustedes fueron desde que los conocí un ejemplo a seguir y eso ha calado profundamente en mi vida.
Espero que hayas tenido una buena radio para poder escuchar sin problemas la entrevista…. ja…. creo que salió bastante amena dentro de lo que un tema como este puede dar. Un fuerte abrazo y de nuevo gracias !!