Muchas personas me preguntan: ¿cómo podría hacer para adelgazar?
Aun cuando no existe una sola respuesta pues cada ser humano es biológicamente único y sus condiciones de vida son diferentes, la verdad es que en general sí existe una sola manera de alimentarnos que nos proporciona salud verdadera y un cuerpo esbelto.
En realidad, la obesidad como problema estético, si bien nos preocupa mucho, es lo menos importante, lo más grave es que las personas obesas tienen altísimo riesgo de contraer enfermedades degenerativas de todo tipo y una mucho mas grande posibilidad de morir prematuramente que las personas delgadas. Por tanto, no es solo un tema de estética que por supuesto es muy importante, sino que es un asunto que nos debe preocupar por que de no atacarlo nos pone en riesgo de enfermedad grave, sufrimiento y muerte prematura.
En mi libro «El poder del alimento» esta explicado paso a paso como llegar a esa alimentación ideal que se puede resumir en: Alimentos integrales, principalmente plantas, en su mayoría crudas y sin excesos.
Adelgazar no requiere estar contando calorías o medir porciones, no se necesita dejar de comer ni privarnos de buenos sabores y del gusto de comer bien. Cuando nos nutrimos principalmente de plantas integrales y tenemos un estilo de vida saludable, entonces la salud florece y los kilos de más desaparecen.
Si miramos hacia los países asiáticos donde la gente es flaca y tiene una muy superior salud a la de quienes vivimos en el hemisferio occidental, encontramos que su alimentación está basada en plantas integrales y no en animales, derivados lácteos y alimentos procesados como la nuestra.
De forma ilustrativa, un habitante de Laos, un país del sur de Asía, tiene tan solo el 4% de probabilidades de morir de cáncer o enfermedades del corazón, mientras que en los países occidentales la posibilidad de contraer una de estas enfermedades y morir de forma prematura varia entre un 50 y un 80 %.
Los habitantes de este país son en su inmensa mayoría delgados, alegres y sanos.
Llevan una vida con amplia actividad física y con una dieta claramente basada en vegetales y plantas en su mayor parte ecológicas y con un gran porcentaje crudas.
Al igual que en Laos, esta historia se repite en otros países del mundo, como en la China rural o en Camboya donde aún sus costumbres alimenticias subsisten a la invasión de la comida industrializada importada de Occidente.
Cuando hacemos que nuestra dieta esté constituida de forma primordial por vegetales estamos garantizando no solo una figura delgada, sino una piel con brillo, y un cuerpo energético y desbordante de salud.
La obesidad es, en la gran mayoría de casos, el resultado de una mala alimentación y de sedentarismo. Por ello, su solución está en cambiar los hábitos destructivos de salud por unos nuevos que la construyan.
Cuando nuestro cuerpo esta sano y bien nutrido estar delgado es algo que va a venir por añadidura.
Siguiendo los principios que se esbozan en el libro y también en muchas partes de este blog se conseguirá estar delgado pero lo más importante, se conseguirá salud.
Hacer de los vegetales, en particular de las hojas verdes, como las lechugas, acelgas, espinacas, rúcula, cilantro, col crespa, apio y demás, los protagonistas principales de nuestra comida, en lugar de simples adornos, nos va a abrir el camino hacia la salud y la esbeltez.
Si cambiamos la proporción de los platos, haciendo que haya menos carnes, menos productos procesados, derivados lácteos, menos harinas refinadas, menor cantidad de azúcar y nos vamos hacia un plato llenos de vegetales, acompañado de germinados, cereales integrales, frutas, nueces y semillas, entonces nuestro cuerpo estará bien nutrido y los problemas de obesidad se terminarán.
Los zumos o jugos verdes son una gigantesca ayuda en el camino para adelgazar, ver mi post a este respecto en: http://bit.ly/Oro6l4
Reitero que en mi libro «El poder del alimento» está explicado en detalle como llegar a esta alimentación ideal que nos vuelve a la naturaleza, nos adelgaza y nos regala salud.