Ecológico vs. convencional: lo que debemos saber al respecto de nuestro alimento

¿Sabe usted lo que ocurre cuando consume un alimento? muchas personas han tomado consciencia de que puede afectar su salud, pero, ¿sabemos algo acerca de cómo afecta nuestra decisión de alimentarnos la vida de los suelos, los acuíferos, los animales, las plantas y la biodiversidad en nuestro planeta?, ¿tenemos información clara sobre el impacto de nuestra decisión de compra de alimentos en la supervivencia de las selvas, los mares y la fauna?

En realidad todo en la naturaleza está íntimamente conectado, la salud de los suelos se refleja en el alimento que crece en ellos y ese alimento, bueno o malo construye nuestra salud que es un resultado de lo que le, a su vez, damos a nuestro cuerpo.

Los suelos pobres generan alimentos pobres en nutrientes siendo evidente que un suelo desprovisto de minerales y nutrientes no puede construir un alimento que los contenga.   En la medida en que el uso extensivo de plaguicidas y pesticidas ha venido destruyendo los suelos, la tierra se empobrece cada día más y se vuelve incapaz de producir alimentos con el contenido nutricional requerido por nuestra fisiología.

Cuando se plantan cultivos anuales masivos se destruyen los ecosistemas colindantes haciendo un daño irreparable para todas las especies autóctonas que, de manera irremediable, se extinguen pues pierden su habitat y no tienen alimento que las sustente.

La implantación de los monocultivos, en su mayoría transgénicos, de arroz, trigo, soya ,maíz y palma, entre otros, en cada vez mayores superficies del planeta se ha convertido en el mayor depredador de nuestra madre Tierra.

Para plantar estos cultivos masivos se destruye por completo el ecosistema existente, tal es el caso de la devastación del amazonas donde cada segundo se destruye el equivalente a un campo de futbol de selva virgen tropical para sembrar cultivos transgénicos que a su vez alimentarán vacas, pollos y cerdos en las fábricas de animales.

Además de la destrucción de los ecosistemas, cada vez que se riegan los campos de pesticidas, más materia orgánica se oxida, haciendo perder cada vez más la fertilidad de los suelos. Pero el daño no acaba allí, los residuos químicos terminan en las aguas y en el viento llevando su contaminación a los mares y a todo el planeta. Es por ello que los peces de hoy están llenos de mercurio y otros metales tóxicos para el ser humano.

¿Cómo podemos defendernos de esta perniciosa industria que arrasa sin piedad ecosistemas que han tardado milenios en construirse?

Solo existe una forma: exigir con nuestro bolsillo que todos los alimentos sean de origen ecológico. Si todos los consumidores ordenamos con nuestra decisión de compra que no se cultive con pesticidas, que no se utilicen semillas transgénicas  y que no se destruyan los ecosistemas entonces no habrá poder alguno que pueda seguir con estas prácticas y mantendremos este hermoso planeta para las futuras generaciones.

Recuerde que no es solo la salud de nuestra Tierra lo que favorecemos al consumir ecológico, nuestra salud será la primera beneficiada una vez se eliminen los pesticidas, hormonas, químicos, antibióticos, esteroides y otros instrumentos utilizados por la agricultura convencional para mantener las fábricas de alimentos y de animales.

Una vez más. debo recordar el sufrimiento animal detrás de esta cadena de destrucción pues los transgénicos de estos monocultivos, en gran parte, se destinan a alimento de animales confinados a espacios absolutamente «inhumanos» donde se maltrata desde el nacimiento hasta la muerte a millones de seres vivos que terminan en los platos de los consumidores.

Comprar alimentos orgánicos o ecológicos es el primer paso para acabar con la demencia de la agricultura convencional moderna. Si queremos ir más allá conectar con el productor local es lo ideal, conocer al agricultor que nos provee de alimento nos dará la garantía de llevar a nuestros platos un alimento recién cosechado, libre de pesticidas químicos y en comunión con la naturaleza.

Nuestra salud, la del planeta y la de los animales nos agradecerán para siempre este gesto consciente.

Debemos saber que hay una gran industria que busca crearnos dudas. Mucha gente hoy se pregunta si es verdad que lo ecológico es mejor y vemos publicaciones desacreditando su valía. Lo único cierto es que consumir ecológico solo traerá beneficios a los seres humanos , a los suelos, a los mares y a todos los maltratados seres vivientes que sufren en esta cadena de barbaridad, aun que pretendan hacernos pensar lo contrario.

Dijo Albert Einstein: «los problemas que existen en el mundo de hoy no pueden ser solucionados desde el mismo nivel donde fueron creados». Es claro que tenemos que volver a la sabiduría de la naturaleza y dejar de lado este nivel de autodestrucción en el que nos encontramos.

Su decisión de compra será el cambio en el mundo. No debemos quejarnos, debemos actuar desde nuestra posibilidad, entre todos cambiaremos el mundo.

 

 

 

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