Estos excepcionales insectos a quienes tan poco cuidado ponemos están desapareciendo de la faz de la tierra de una manera grave.
Las abejas han sido animales queridos y venerados desde la antigüedad en muchas culturas, se encuentran testimonios de ellos por ejemplo en el antiguo Egipto o en Grecia.
Sin el incansable trabajo de estos pequeños animales no es posible que exista la agricultura sostenible. Volando miles de kilómetros de flor en flor las abejas hacen posible la reproducción de las plantas. Estas últimas producen todo tipo de formas y colores atractivos mediante sus flores para atraer a las abejas y lograr la polinización que hace posible la continuidad de la especie.
Cerca del 40 % de las especies vegetales que comemos cada día en el mundo requieren de las abejas para su vida.
Los datos sobre la increíble disminución de la población de abejas sobre la faz de la tierra son sobrecogedores: 34% de disminución anual !
Las almendras que se producen en California abastecen cerca del 70 % del consumo mundial. ¿Sabia usted que para que los almendros puedan convertir sus preciosas flores en el alimento maravilloso que nos comemos es imprescindible la participación de las abejas y que dado que la población de abejas en esas zonas ha prácticamente desaparecido es necesario traer abejas de todos los rincones de Estados Unidos y aún llevar abejas desde Australia ?
Para que esta inmensidad de abejas que son traídas a los almendros para la polinización en época de floración puedan vivir se les alimenta artificialmente con jarabe de maíz alto en fructosa, un invento fatal de la industria moderna, dado que no hay alimento suficiente para todas.
La mayoría de estas abejas luego de hacer su valioso trabajo mueren ya que pasada la época de floración, en estos monocultivos no es posible encontrar alimento para sostener su población. Por supuesto al haber extinguido la bio-diversidad en estas zonas dedicadas a un solo cultivo, al pasar la temporada de los almendros en flor, las abejas ya no encuentran alimento para hacer posible su vida.
La incidencia de los monocultivos que han acabado en muchas partes del mundo con la diversidad de plantas y de fauna, no son la única causa de la extinción de las abejas. El uso extensivo de pesticidas químicos es responsable de la muerte paulatina de abejas y de paso también de otra gran variedad de fauna de extrema importancia para el sostenimiento de los ecosistemas.
Las razones para que con nuestra decisión de compra exijamos que se acabe el uso de los pesticidas químicos va mucho más allá de nuestra propia salud, millones de criaturas son borradas de la faz de la tierra cada día por cuenta de estos malignos químicos y dado que todo está interconectado esta matanza nos termina afectando de forma directa a través del alimento que, de seguir así las cosas, no vamos a tener una vez las abejas hayan desaparecido del planeta luego de millones de años de tranquila existencia sin la intervención irracional del hombre.
Exigir y comprar solo alimentos ecológicos es el arma que tenemos para acabar con esta plaga de pesticidas químicos.
Recuerde que la miel, el polen y la jalea real son alimentos excepcionales de gran poder nutricional.