La capacidad que nuestras decisiones de alimentación tienen para modificar el curso del mundo es extraordinaria.

Lo que decidimos llevar a nuestros platos tiene, mas allá de la manera como afecta nuestra salud, una gigantesca influencia en la actividad económica, la actividad política y la sostenibilidad del planeta.

En este blog hemos estudiado con detenimiento las incidencias que los alimentos tienen sobre nuestro cuerpo, nuestro nivel de energía y salud, pero hay mucho mas que esto detrás de nuestras decisiones de alimentación.

Cuando usted decide lo que va a consumir está decidiendo también qué tipo de agricultura apoya, sí pone su dinero en la agricultura convencional y con ello potencia el desarrollo de las empresas químicas y de biotecnología que tanto daño están haciendo al planeta o por el contrario, invierte su dinero en productos orgánicos, que combatan de forma pacífica contra la gran industria química, contra la manipulación genética y contra la expoliación de los recursos naturales y la destrucción de nuestro planeta.

Usted decide si comprar frutas y verduras locales o ayudar con su dinero a contaminar el planeta trasladando su compra desde un hemisferio a otro. Puede elegir comprar frutas de estación o consumir las que se han recorrido miles de kilómetros para llegar hasta usted en un tiempo en que la sabia naturaleza produce otros alimentos que son los mas aconsejables para ese momento.

Su dinero puede decidir la suerte de toda una industria, puede colaborar para que la pesca de arrastre prospere, convirtiendo su decisión en parte de la destrucción de los ecosistemas marinos, de cientos de especies que se borran de un plumazo de la faz de la tierra, o puede tal vez decidir a comprar peces que han sido pescados de manera tradicional con anzuelo, o mejor aún, podría decidir no consumir pescados y aportar con esa decisión un voto de apoyo para la recuperación de los mares. Decisión esta que, por cierto, tendría maravillosos beneficios también para la salud de su cuerpo físico.

El poder de su compra puede igualmente hacer que se sigan criando pollos, cerdos y vacas en las espeluznantes «fábricas de animales» o que estas prácticas se terminen y se regrese a donde nunca hemos debido salir: la crianza de animales en libertad comiendo alimentos naturales para ellos y no soja, maíz y trigo que han sido cultivados arrasando selvas como el amazonas a miles de kilómetros de distancia de su lugar de consumo.

Por si usted no lo sabe, la crianza de animales es culpable del 18 % de la contaminación del planeta, mas que la suma de todo el transporte de coches y aviones juntos.

El destino de su dinero puede detener el sufrimiento animal o estimular que estas absurdas prácticas se sigan haciendo. Puede decidir si mantenemos la biodiversidad, si el amazonas vive o que se siga talando para sembrar soja transgénica que luego recorre medio mundo hasta llegar a los animales que se engordan con ella.

Su decisión en materia de alimento puede hacer prosperar las cadenas de «comida basura» o puede destinarse a que restaurantes de comida ecológica o simplemente de sana comida preparada localmente sean los que crezcan.

Es necesario saber que las cadenas de comida rápida, utilizan, en su gran mayoría, alimentos de agricultura convencional con altísimo porcentaje de aditivos químicos y un gran contenido de procesos industriales nocivos. Prácticamente todo lo que venden es malo para su salud y para el planeta.

 

Su decisión acerca de qué bebidas toma es también clave para darle a su cuerpo bebidas sanas como el agua, los zumos naturales verdes y de frutas o puede su dinero hacer que la industria de bebidas gaseosas, las de productos lácteos o las mal llamadas bebidas energéticas sean la que crezcan contribuyendo a la pandemia de enfermedades que de su consumo derivan. ver post en «el poder del alimento»: http://bit.ly/174rUCW

Usted decide si potencia los grandes supermercados o si por el contrario, ayuda con su dinero a que los pequeños agricultores o comercios sean los beneficiarios de su dinero.

A una escala macroeconómica su opción de compra termina afectando el sistema de salud de su país, el destino de las subvenciones, el tipo de industria que se promueve, la agricultura que se desarrolla y la sostenibilidad misma de la tierra donde usted vive.

No es poco, por tanto, el impacto que sus decisiones de alimentación generan a todo nivel. Es primordial tomar consciencia acerca de cómo cada alimento que decidimos llevar a la boca tiene una fuerte repercusión en el mundo que nos rodea y sobre nuestro inmenso poder para cambiarlo o mantenerlo.

Las decisiones que millones de personas tomamos cada día en esta materia pueden en verdad, cambiar la faz de la tierra. Tenemos un poder inconmensurable en nuestras manos y es necesario actuar en favor de las decisiones que promuevan, salud y sostenibilidad por supuesto de lado de nuestra nutrición correcta.

Decisiones que promuevan la vida y no la muerte, el trato animal amable y no la violencia, decisiones que nos lleven a conservar el planeta, a promover la agricultura y el comercio local. Con ellas cambiaremos, sin lugar a dudas, el mundo en que vivimos y la salud de los seres humanos, animales, plantas y la de nuestra madre tierra.